208 días en huelga de hambre:
la lucha de una mujer por salvar a su hijo

Meibol Sánchez Mujica

Licenciada y maestra en ciencias de la educación. Tiene cincuenta y seis años. También es madre y es cubana.

La historia de Meibol es la historia de su transformación en defensora de derechos humanos, su lucha inició cuando su hijo fue detenido y procesado injustamente en Cuba.
historia

El 8 de febrero de 2014, Emmanuel Abreu Sánchez, el hijo de Meibol, fue detenido. Emmanuel y otros cinco jóvenes estaban planeando una “salida ilegal” (querían irse de Cuba), partieron de Morón hacia Holguín, donde se detuvieron a comer, y ahí fueron arrestados. Aunque la detención fue en Holguín, Emmanuel fue trasladado a Baracoa y se le prohibió hacer llamadas telefónicas. Allí comenzó el atropello de sus derechos civiles y una de las primeras violaciones en el proceso legal: no había razones para trasladarlo a un lugar que está a más de cinco horas de camino del lugar en el que fue detenido.

Durante varios días, Meibol y los demás amigos y familiares de Emmanuel creyeron que  continuaba su viaje.

Sin pruebas, sin testigos y sin haber concretado ningún acto, Emmanuel fue procesado en Baracoa y enviado a la prisión de Guantánamo donde fue amarrado, golpeado y torturado. Se le sentenció a doce años de prisión por atentado contra la seguridad del Estado cubano y tráfico de personas. Ante la injusticia del proceso y todos los atropellos sufridos, Emmanuel decide que prefiere morir antes que cumplir doce años de privación de libertad. Entonces echa mano de un recurso desesperado y contestatario: la huelga de hambre.

Emmanuel llevó a cabo cuatro huelgas de hambre. La primera duró dieciocho días; la segunda veintiún días; la tercera fue de treinta y cuatro días; y la cuarta y última, de ciento treinta y cinco días. Además, dos veces terminó en terapia intensiva pues, sumado a las huelgas de hambre, Emmanuel recibía un constante trato vejatorio y violento por parte de las autoridades carcelarias.

Mientras tanto, Meibol hacia todo lo que estaba en sus manos para ayudar a su hijo: solicitó entrevistas con toda persona que pudiera resultar clave dentro de Cuba, pero también le escribió cartas al Papa y al presidente de los Estados Unidos, contactó con la ONU y dio varias entrevistas internacionales. Como dice ella misma: “Me convertí en la defensora del caso de mi hijo”; guardaba copias de los documentos relacionados y negociaba con la gente de Guantánamo… Cinco jueces defensores ya habían solicitado que el juicio de Emmanuel se anulara, pero esto no se volvía realidad porque ponía en entredicho todo el arbitrio con el que el proceso se había llevado a cabo previamente.

Hacia el final de la cuarta huelga de hambre, Meibol estaba convencida de que su hijo iba a morir (tenía la mitad del cuerpo paralizado y había perdido más de cincuenta kilos), pero su voz ya se había hecho escuchar. Por un lado, la amenazaron, le dijeron que no hablara más, aunque hubiera imposiciones del extranjero la decisión era interna; por el otro, las autoridades estaban de acuerdo en que Emmanuel no se les podía morir. Así que lo soltaron para que recibiera tratamiento en el Hospital Nacional.

En cuanto Emmanuel estuvo un poco mejor de salud, ahora sí, lo ayudaron a escapar de Cuba. “Lo saqué del país porque la causa está ahí… no puede volver hasta pasado el 2026 que es cuando se cumplen los doce años de prisión”.

En agosto se cumplirá un año de que Emmanuel se fue. Vive en Brasil, está enfermo, desempleado y no puede ver ni a su madre ni a su hijo.

Para Meibol, el caso de su hijo es una herida abierta, pero también una causa. Se adentró en el ejercicio del activismo para defenderlo a él y, en el camino, fue conociendo otras personas que también necesitaban apoyo. Por ejemplo, ofrece orientación a mujeres en situación de cárcel que no tuvieron asesoría legal y se ha convertido en una defensora de los derechos humanos y de toda causa en la que prevalezca la injusticia.

“Siento que debo orientar a partir de mi testimonio, de los hechos”. Actualmente, Meibol desea realizar un doctorado en liderazgo de la mujer y justicia de género y colabora con la Agencia de Prensa Libre Avileña (APLA), además mantiene contacto con las Damas de Blanco, movimiento ciudadano que reune a esposas y familiares de presos cubanos que son considerados presos políticos.

  • En el año 2016, según el informe anual 2016 del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, se registraron 9,351 detenciones arbitrarias, de las cuales el mayor número fue en contra de mujeres, 5,383, mientras que 3,968 se efectuaron contra hombres.
  • En lo que va del 2019 se han registrado 639 detenciones arbitrarias con fines políticos, de acuerdo con el informe mensual de represión política en Cuba, de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN). Entre los más perseguidos están aquéllos que han sido apresados por razones políticas.
  • El Código Penal Cubano determina penas de uno a cinco años de cárcel por salir del territorio nacional sin cumplir con las formalidades establecidas.
  • En el año 2016, según el informe anual 2016 del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, se registraron 9,351 detenciones arbitrarias, de las cuales el mayor número fue en contra de mujeres, 5,383, mientras que 3,968 se efectuaron contra hombres.
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